A menudo se identifican los bancos de sangre de cordón umbilical privados con bancos para uso autólogo, tal vez de forma inconsciente, fruto del uso machacón que de tal término se hace en la legislación española,[1] donde no se considera que exista la posibilidad de depósito privado para uso alogénico intrafamiliar. Al considerar erróneamente que los bancos de sangre de cordón umbilical privados conservan las células madre para uso exclusivo del individuo, y dada la poca experiencia en este tipo de trasplantes, es fácil llegar a la conclusión equivocada de que se trata de una práctica inútil, y por tanto, la proliferación de bancos privados resultaría, según estas premisas, contraria a la ética.
El profesor John E. Wagner, uno de los mayores expertos mundiales en SCU, afirma, respecto a la utilidad de los bancos privados de SCU para uso autólogo lo siguiente:
“No se puede negar que existe un tremendo potencial para el uso de la sangre del cordón umbilical (para uso autólogo) si consideramos los variados usos no-hematopoyéticos que puede tener en el campo de la medicina regenerativa o como generador de células linfoides (por ejemplo, células T-reguladoras o natural killers). Hoy todavía la eficacia de la SCU en estos campos es aún una mera especulación, pero existe un considerable interés en explorar estas nuevas posibilidades… Aunque continúa existiendo cierto escepticismo acerca de los beneficios de la SCU, esta resistencia se debe en muchos casos a simples preferencias del investigador… El creciente interés por la sangre de cordón ha abierto el camino a muchos descubrimientos.”[2]
Hoy en día ya se ha superado el escepticismo inicial respecto a la utilidad de la SCU para los trasplantes alogénicos de progenitores. Nadie duda hoy que las tasas de supervivencia de los trasplantes con sangre de cordón son comparables a las de médula ósea con donante HLA idéntico, el modelo ideal para trasplante. Actualmente los científicos están trabajando en dos vías clave para permitir un mayor uso de la sangre de cordón: Acelerar las velocidades de la reconstrucción de la hematopoyesis y del sistema inmunitario. A estos trabajos es a lo que el profesor John Wagner denomina “la primera generación” en el uso de la SCU. Con los descubrimientos recientes se abre la puerta a lo que él denomina una “segunda generación” en el uso de la SCU, que se justifica con la posibilidad de usarla como fuente de linfocitos y de otras células madre no-hematopoyéticas. Como afirma el profesor John E. Wagner, si estos estudios tienen éxito, se desarrollará aún más el interés por la conservación privada de la sangre de cordón. Y dado el gran interés existente y las grandes sumas de dinero invertidas en esta investigación, es razonable pensar que la Ciencia pueda avanzar en este sentido.
Recientemente hemos conocido que se ha dado el primer caso en España de una niña que ha sido tratada con células madre de su propio cordón umbilical como parte del tratamiento contra un tumor cerebral. Alba Ramírez nació en febrero del 2007. Y cuando tenía dos años comenzó a manifestar los síntomas de la enfermedad: Se encontraba menos activa y tenía problemas de coordinación. La niña tenía un meduloblastoma, un tumor en el cerebelo. La intervención quirúrgica que le realizaron en octubre del 2008 no logró extirpar totalmente el tumor, por lo que había que recurrir a quimioterapia. Para recuperar las defensas, el tratamiento incluía trasplante de sangre periférica. Y gracias a que en este caso se disponía de la sangre del cordón de la propia niña, se utilizó para reforzar el tratamiento. Alba recibió el autotrasplante el pasado mes de julio del año 2009 en el hospital Niño Jesús de Madrid. Su mejoría permite albergar esperanzas de su total curación. Aún es pronto para cantar victoria, porque en las enfermedades oncológicas, hasta que no han transcurrido cinco años no se considera que exista curación completa.
El caso de Alba es un buen ejemplo de la utilidad del depósito privado de sangre de cordón, por encima de las discusiones ideológicas que lo enfrentan con la donación del mismo.
[1] El RD 1301/2006 (http://www.boe.es/boe/dias/2006/11/11/pdfs/A39475-39502.pdf) insiste en clasificar a los bancos de tejidos en dos categorías: establecimientos de tejidos para uso alogénico y establecimiento de tejidos para uso autólogo eventual.
[2] Wagner, J, Gluckman, E. Umbilical Cord Blood Transplantation: The first 20 years, Seminars in Hematology, Vol 47, No 1, January 2010, pp 3–12
1 comentario:
Hola
me gustaría saber en qué banco privado tenía la niña conservada su sangre del cordón
Muchas gracias por publicar la noticia, da gusto leer estas cosas!
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